Nos facilita esa conexión con el
autodescubrimiento, abrimos la puerta de nuestro verdadero ser, nos invita a
conocernos, a aceptarnos tal y como somos y a disfrutar con nuestra presencia.
Tomamos conciencia de nuestra propia
risa, la ejercitamos desde el cuerpo a través de nuestra respiración
consciente.
En Risoterapia
aprendemos a:
-
Sentir, respirar y
aceptar nuestras emociones
-
Tomar conciencia
de nuestro cuerpo
-
Abrir nuestra mente y percepción de las cosas
-
Liberar el cuerpo de
las tensiones y soltar lo que ya no
nos sirve
-
Jugar por diversión y disfrute volviendo a ser niños/as
otra vez
-
A ver la vida
con más colores, a parte del blanco
y el negro
Además cuando
reímos:
-
Movilizamos alrededor de 400 músculos algunos sólo se mueven
cuando reímos
-
Masajeamos los
órganos abdominales; aumentando de esta manera los jugos biliares y gástricos,
favoreciendo la eliminación de la grasas.
-
Rejuvenecemos; cuando
reímos estiramos la cara y estimulamos los músculos del rostro
-
Ampliamos nuestra capacidad respiratoria; cuando
reímos entra el doble de aire en nuestros pulmones, (12 litros en lugar de los
6 litros
habituales)
-
Fortalecemos
el sistema inmunológico; prevenimos enfermedades
-
Producimos endorfinas,
serotonina y dopamina; ‘hormonas de la felicidad’, generando estados de alegría
y bienestar y con efecto analgésico.
¿Necesitas otro motivo para vivenciar la Risoterapia?
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