Te propongo que según leas este artículo respires de manera consciente y pausada…
Las prisas e inmediatez que
acontece la sociedad y cultura que nos
ha tocado vivir hace que vayamos rígidos y acumulemos tensión, lo único que
nos aporta es malestar e incomodidad. Reír,
respirar y relajar son una herramienta que nos ayuda a liberar las tensiones
del día a día.
. . . Respira . . .
La risa moviliza alrededor de 400 músculos, incluidos algunos del
estómago que sólo se ejercitan al reír. Los músculos en movimiento masajean los órganos internos dando lugar a
una sana relajación y sensación de confort, goce y placer.
Entra el doble de aire en los pulmones, mejorando la capacidad
respiratoria gracias al diafragma,
que es el encargado de movilizar y limpiar los pulmones, aportando más oxígeno a todas nuestras células. Al oxigenarse más la piel queda
desmentida la idea de que la risa produce arrugas en la cara, ya que la oxigenación celular borra las
ojeras y el aspecto de cansancio en el rostro. La
risa mueve los músculos de la cara siendo un buen tonificante y
antiarrugas.
. . . Sigue
respirando . . .
Liberamos endorfinas, serotonina y dopamina; hormonas que generan bienestar, alegría y con efecto analgésico.
La risa alivia las tensiones
internas debido al masaje que reciben nuestros órganos internos cuando nos
reímos, los músculos se distienden y relajan. Los pulmones incrementan su
capacidad renovando el aire residual y nuestro organismo produce las llamadas
hormonas de la felicidad generando sensación de relax y sosiego. Con lo cual la risa unida a la respiración consciente nos aporta relajación en todo
nuestro cuerpo.
Es importante darse cuenta de nuestra risa, sentirla . . . escucharla y tomar conciencia de nuestra respiración mientras reímos.
. . . Sigue respirando . . .
Autora: Marta Ochoa García
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