Cuando sonreímos reducimos estrés
de nuestro organismo y bajamos nuestro ritmo cardíaco favoreciendo de esta
manera nuestra salud.
En
la universidad de Kansas en Estados Unidos llevaron a cabo un estudio
científico. Dividieron a los participantes en tres grupos. A uno de ellos les
dijeron que mantuvieran la expresión facial neutral, a otro grupo les hicieron
sonreír con unos palillos en la boca y al tercer grupo se les entrenó para
sonreír de manera natural y espontánea.
Mientras
mantenían cada uno de los participantes el gesto del rostro tenían que realizar
una serie de tareas encomendadas para aumentar los niveles de estrés como,
pintar con la mano no dominante…
Se
pudo comprobar que los niveles de la frecuencia cardiaca fue menor en el grupo
que sonreía de manera espontánea, el grupo que sonrió con los palillos en la
boca también se vio reducido el ritmo cardíaco frente a los que se mantuvieron
con la expresión neutral.
Estos estudios confirman que
si sonreímos mientras estamos pasando por un momento estresante conseguimos cuidar y nutrir nuestra salud evitando que nuestro ritmo cardíaco se acelere.
Hay
muchos estudios científicos que han demostrado la importancia de las ‘conductas positivas’ para la salud cardíaca como, mantener buenas relaciones interpersonales o disfrutar de nuestro tiempo libre
haciendo lo que más nos guste.
De
esta manera para poder beneficiarnos de todas las ventajas y aprender a sonreír
con mayor facilidad es aconsejable utilizar como enganche los hábitos y pensamientos
positivos.
‘La sonrisa, la risa, el optimismo y el juego
aceleran la recuperación y la curación de cualquier enfermedad’ Robert Holden
Fuente:
María Elena Navas (BBC Mundo) y María Elena Garassini (psicóloga y presidenta
de la sociedad Venezolana de psicología positiva)
Autora: Marta Ochoa García
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