martes, 13 de marzo de 2012

Reír y Llorar

"En el lenguaje cotidiano encontramos expresiones como: "troncharse de risa", "llorar de la risa", "reír es saludable", etc., que ponen de manifiesto el efecto positivo de la risa. Paracelso comentaba que el humor de un buen cómico reportaría más beneficios a una pequeña aldea que a la seriedad de diez médicos.

Desde el punto de vista fisiológico, la risa se produce por medio de impulsos respiratorios cortos que van separando y juntando las cuerdas vocales. Constituye uno de los mejores ejercicios respiratorios y es un gran tonificante, imprime profundidad a la respiración y da elasticidad al diafragma, el músculo respiratorio por excelencia. Reír es, en efecto, saludable y relajador. Una persona relajada es capaz de reírse, incluso sin motivo aparente. Procure frecuentar la compañía de personas que proporcionen la risa: le harán vibrar el diafragma.

Del mismo modo, llorar libera y relaja  ¡también a los hombres¡ En otro tiempo estaba mal visto que un hombre llorase, se consideraba signo de debilidad, flaqueza, humillación, incluso de fracaso. Cuando menos, no debía exteriorizar las lágrimas. Pero llorar por dentro, "tragarse las lágrimas" daña nuestros órganos al impedir el natural desahogo hacia el exterior, dando lugar en ocasiones a inflamaciones, como la gastritis. Nada de particular tiene, por tanto, que las enfermedades psicosomáticas vayan a constante aumento.

En los tiempos del pietismo era normal derramar "lágrimas conmovedoras" en presencia de otras personas, a veces durante horas. Y es que cuando una persona ha llorado por algún tiempo se siente relajada y liberada de cargas que le oprimen. Luego, aliviado/a y sosegado/a, incluso resulta más fácil conciliar el sueño".

Hiltrud Lodes

Fuente: Aprende a RESPIRAR la guía más eficaz para vivir a pleno pulmón

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